sábado, 2 de marzo de 2013

La Mujer y el VIH/SIDA: concienciación, prevención y fomento del poder de decisión

En el marco de la semana de celebración del día internacional de la mujer a celebrarse este venidero 8 de marzo de 2013, es importante reflexionar en relación al tema de la prevención del VIH/SIDA y la posición de la mujer.  En análisis y reflexiones sobre la epidemia mundial del SIDA atravesó un umbral significativo en 2003 cuando, según las estadísticas mostraron que las mujeres pasaron a constituir la mitad de las personas que vivían con el VIH.

Al iniciarse la epidemia, en el decenio de 1980, se consideró que las mujeres tenían un riesgo marginal de contraer un virus que aparentemente sólo afectaba a los hombres que tenían relaciones sexuales con hombres, a las profesionales del sexo y a los consumidores de drogas por vía intravenosa. Desde entonces, el VIH ha infectado a decenas de millones de personas, muchas de las cuales son mujeres que fueron contagiadas por sus esposos o compañeros. El SIDA se ha convertido en la peor pandemia de la historia de la humanidad, y nadie es inmune a ella, sea cual sea su sexo, raza, clase u orientación sexual.

Los jóvenes corren un riesgo especial, particularmente las mujeres, que en muchos países tienen un acceso limitado a la información y a los servicios de salud pública. Las jóvenes y las niñas tienen menos probabilidades de recibir educación que los muchachos y son más susceptibles de coacción y violencia en las relaciones sexuales. Debido a la situación de inferioridad en que se encuentran, las mujeres y las niñas tienen un acceso menor a los programas de prevención, tratamiento y atención.

En algunos países de recursos limitados, el tratamiento puede estar reservado para determinados "grupos prioritarios" como los militares o los funcionarios públicos. Más que una crisis de salud, el VIH/SIDA representa un desafío mundial en el ámbito del desarrollo. La discriminación en cuanto a los derechos de propiedad y herencia y la desigualdad de acceso a la educación, los servicios públicos, las oportunidades de obtener ingresos y la atención de la salud, así como la violencia arraigada, hacen a las mujeres y las niñas particularmente vulnerables a la infección por el VIH. Las mujeres que viven con el VIH/SIDA sufren además estigmatización, discriminación y marginación.


Más que una crisis de salud, el VIH/SIDA representa un desafío mundial en el ámbito del desarrollo. La discriminación en cuanto a los derechos de propiedad y herencia y la desigualdad de acceso a la educación, los servicios públicos, las oportunidades de obtener ingresos y la atención de la salud, así como la
violencia arraigada, hacen a las mujeres y las niñas particularmente vulnerables a la infección por el VIH. Las mujeres que viven con el VIH/SIDA sufren además estigmatización, discriminación y marginación. Como reconocimiento de los efectos devastadores que tiene actualmente el SIDA en las mujeres, la Red interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la mujer y la igualdad entre los géneros decidió que en 2004 el Día Internacional de la Mujer, que se observa anualmente el 8 de marzo, se dedicara a la mujer y el VIH/SIDA





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