martes, 22 de octubre de 2013

Se reducen tasas de VIH a escala mundial: Onusida

Desde 2001, las nuevas infecciones por el VIH han descendido en un 52 por ciento entre los niños y niñas, y en un 33 por ciento en el caso de los adultos e infancia en conjunto, reportó el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida) en un informe que se presentará durante la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas que iniciará mañana en Nueva York y en la que se examinarán los Objetivos de Desarrollo de Milenio. 
De acuerdo con el documento, se calcula que, en 2012, se han dado 2.3 millones de nuevos casos de VIH en adultos y niños, lo que representa un caída de 33 por ciento desde 2001. De la misma manera, las nuevas infecciones entre la infancia han descendido hasta 260 mil en 2012, lo que implica una reducción de 52 por ciento desde 2001. 
El informe advierte que gracias a la expansión del tratamiento antirretroviral, las muertes relacionadas con el sida también han descendido en un 30 por ciento, en comparación con los índices máximos registrados en 2005. 
Por otra parte, el texto elaborado por el organismo internacional explica que para finales de 2012, aproximadamente 9.7 millones de personas tenían acceso a medicamentos antirretrovirales en países de ingresos bajos y medios, lo que se traduce en un aumento de casi 20 por ciento en un año. 
En el rubro de coinfecciones, el informe –dado a conocer esta mañana en Ginebra, Suiza-, señala que las muertes relacionadas con la tuberculosis entre las personas que viven con el virus han descendido en un 36 por ciento desde 2004. 
Para el Onusida, a pesar de los recortes en términos de financiación para el VIH por parte de los donantes, la cual se ha mantenido en torno a los niveles alcanzados en 2008, ha aumentado la inversión nacional por parte de los gobiernos en materia de VIH, hasta llegar a representar 53 por ciento de los recursos mundiales para el VIH en 2012. 
“Se calcula que, en dicho año, los recursos destinados al VIH equivalían a un total de 18.9 mil millones de dólares estadounidenses, lo que supone entre 3 mil y 5 mil millones menos de los 22-24 mil millones de dólares estadounidenses que se prevé necesitar anualmente para 2015”. 
Asimismo, el documento menciona que en 2011, los Estados miembros de las Naciones Unidas establecieron el objetivo de que, para 2015, 15 millones de personas recibirían tratamiento contra el VIH. No obstante, cuando los países comenzaron a lograr mejorar la cobertura del tratamiento y aparecieron nuevas pruebas que indicaban que la terapia antirretrovírica favorecía la prevención del virus, la Organización Mundial de la Salud estableció un nuevo conjunto de directrices sobre el tratamiento del VIH, y se calculó que el número de personas que necesitaban el tratamiento pasaba a ser superior a 10 millones. 
“No sólo debemos conseguir el objetivo de que, para 2015, 15 millones de personas sigan el tratamiento del VIH, sino que tenemos que ir más allá, y mantener nuestra visión y compromiso para asegurarnos de que nadie se queda atrás", declaró Michael Sidibé, director ejecutivo del Onusida. 
Sobre los pendientes, el texto indica que se ha avanzado lentamente en lo que se refiere a garantizar el respeto de los derechos humanos; asegurar el acceso a los servicios relacionados con el VIH para las personas expuestas a un mayor riesgo de infección por el VIH, especialmente los usuarios de drogas; y evitar la violencia contra las mujeres y las niñas: un factor clave en la vulnerabilidad al VIH. 
La desigualdad de género, las leyes punitivas y las acciones discriminatorias –asevera el documento, aún obstaculizan las respuestas nacionales al VIH; por ello, es necesario aunar esfuerzos para enfrentar estos retos y aumentar los servicios relacionados con el VIH para aquellos que más lo necesitan. 

Basta de Discriminación

12 años sin ver a su hija por tener VIH

El VIH, es el virus de la inmunodeficiencia humana, causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida). Esta enfermedad  desde los años 80 viene afectando a millones de familias a escala mundial, debido a la connotación social que se le ha dado y a la desinformación.
Juan Pérez, hombre de 54 años, español-americano y que le ha tocado más que vivir y enfrentar el hecho de haber contraído la infección por VIH, es luchar todos los días por no poder ver a su hija desde hace más de 12 años. “Una vez que mi esposa se enteró que yo tengo VIH, se alejó de mí y se llevó a mi hija, alegando que ella no quería que nuestra hija pasara por todo esto”.
Juan, comenta que a los 17 años se vino para Venezuela, y supo que tenía el virus a raíz de una operación de emergencia. “Cuando me enteré que era portador del VIH la doctora me dijo que ya tenía alrededor de 8 a 10 años con la infección, fue entonces que empezó todo el proceso de adaptación”.
Juan, expresa que ha asistido a congresos y a organizaciones en busca de ayuda para poder ver a su hija. “He ido a congresos a organizaciones y te dicen al principio que sí, que te prestarán la ayuda, pero luego se olvidan de ti”.
“Yo lucho día a día por mi hija y todo lo que he soportado ha sido por ella. Solamente tengo contacto vía telefónica y hace más de 2 meses que no hablo con ella porque la mandaron de vacaciones”, expresó Juan con tono de tristeza en su voz.
Juan explica que hace 20 años todo era más difícil que ahora, debido a que empezó su tratamiento tomando 36 pastillas diarias, pero ahora en el 2013 le cambiaron el esquema antirretroviral a tan sólo tomar 1 al día, “tenía que poner un reloj que me indicaba cada 4 horas que debía tomar las pastillas, ahora es diferentes debido a los nuevos medicamentos. Todo es más fácil que antes gracias al avance de la ciencia”.
El mensaje que le da Juan a los adolescentes es que escuchen y vean las campañas como las que realiza la Organización StopVIH, que se informen. “El problema está principalmente en la desinformación, además de no usar el condón, no entienden que esto no es cualquier enfermedad de paso, esto es para toda su vida. Por eso tienen que entender y tomar en cuenta todos los consejos que se le dan”.


Más de 50 ONG con trabajo en VIH de Venezuela solicitan diálogo con la Ministra de Salud Isabel Iturria

Las diferentes Organizaciones de la Sociedad Civil con trabajo en VIH hacen un fuerte llamado a la Ministra del Poder Popular para la Salud Isabel Iturria, para dialogar y trabajar de forma articulada en pro de ofrecer respuestas urgentes a los graves problemas en la prevención, atención y tratamientos en VIH existentes en Venezuela.
Jhonatan Rodríguez, presidente de la Organización StopVIH destacó que más de 50 ONG nacionales y 9 ONG internacionales, se han sumado a la iniciativa para buscar soluciones a los diferentes problemas que enfrenta la respuesta nacional al sida, con respecto a los constantes episodios de desabastecimiento de medicamentos antirretrovirales y de fármacos para infecciones oportunistas asociadas al sida, afectando a más de 45 mil personas con VIH.
También buscan respuesta por parte de las autoridades competentes, sobre la escasez de reactivos para exámenes de detección de anticuerpos contra el VIH, conteo de linfocitos CD4/CD8, medición de carga viral y genotipo (resistencia viral). De igual forma reclaman la insuficiencia presupuestaria para la prevención, atención y tratamientos en VIH.
Desde hace más de 30 años, los distintos programas y servicios de las Organizaciones de la Sociedad Civil situadas en toda la geografía nacional, son ofrecidos de forma gratuita y sin exclusión de ningún tipo a las personas afectadas directa e indirectamente por el VIH, contribuyendo de este modo a reducir el impacto que produce la epidemia en Venezuela y cubrir los vacíos existentes de la respuesta del Estado venezolano en todo este tiempo.
De igual forma, las organizaciones recuerdan que el país se encuentra a la espera de la implementación del Plan Estratégico Nacional de VIH 2012-2016, construido con la participación y experiencia de todos los sectores y al cual el despacho de salud no le ha calculado, ni asignado los recursos necesarios para su ejecución.
En un pronunciamiento público, las ONG aseguran que garantizar la vida y la salud de las personas con VIH y sida es una obligación del Estado y no de las empresas aseguradoras. El sistema de salud venezolano está regido, según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por los principios de gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social y solidaridad.
Las Organizaciones de la Sociedad Civil con trabajo en VIH, ponen a la disposición su experiencia y compromiso al Ministerio del Poder Popular para la Salud, la finalidad es contribuir con el ente sanitario para que cumpla con sus obligaciones establecidas claramente en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y en los compromisos internacionales asumidos por la Nación, entre ellos los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la Declaración Política sobre VIH/SIDA (2011).

Lazo rojo, símbolo de solidaridad con la lucha contra el VIH y sida

miércoles, 14 de agosto de 2013

Venezuela garantiza tratamiento gratuito a pacientes con VIH/Sida: “Son enfermedades muy costosas”

La ministra para la salud, Isabel Iturria, resaltó este viernes que Venezuela es uno de los pocos países en el mundo que garantiza atención y el tratamiento gratuito a pacientes con VIH / Sida.
“No son muchos los países del mundo que lo hacen, son enfermedades que para su manejo son muy costosos y requieren múltiples medicamentos”, explicó durante una entrevista en el programa Contragolpe, que transmite Venezolana de Televisión.
Indicó que muchos de los medicamentos relacionados a este padecimiento están amparados por patentes que “generan costos extraordinarios para determinados productos, porque es registrado como un objeto de lujo y no para la atención de las personas”.
Por ello, indicó que las distintas organizaciones de salud del mundo deben esforzarse por interrumpir esa “perversión” de la transnacionales que generan productos patentados, solo fabricados en determinados sitios y vendidos a precios inalcanzables.

Un sistema de salud óptimo

Durante la entrevista, la ministra reiteró que han sido contabilizadas más de 7.600 intervenciones entre cirugías, hemodinamia y electrofisiología en el Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano “Gilberto Rodríguez Ochoa”, inaugurado en 2006.
Resaltó que el Cardiológico es de los ocho hospitales con mayor volumen de cirugías cardiovasculares pediátricas del mundo hechas además de manera totalmente gratuita, con total acceso desde todo el territorio nacional.
Indicó, además, que la mayor parte de los hospitales públicos del país reúnen las mejores condiciones desde el punto de vista de infraestructura de salud, el cumplimiento de normas de seguridad y calidad de servicios para atender cualquier emergencia de los pacientes.

http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/166431/venezuela-garantiza-tratamiento-gratuito-a-pacientes-con-vihsida son-enfermedades-muy-costosas/

Documental rescata lucha de homosexuales enfermos de sida

'Oasis' cuenta la historia de indígenas, trabajadores sexuales y travestis portadores del virus.


Tres historias. Tres vidas. Gerardo Chan, Deborah y Reyna Patricia se enfrentan a una lucha diaria en contra del estigma que produce el hecho de ser homosexual en México. Pelean porque se respeten sus raíces indígenas y lo que es más duro aún, por ganarle la batalla al sida. El documental “Oasis”, filmado en aldeas de Yucatán, demuestra que en medio del desierto de la desesperación siempre existe el agua.
Gerardo Chan, de 44 años, cuenta, tumbado en una hamaca de una casa colonial de Mérida, Yucatán, que un día su pareja le dijo que lo quería. Después, ese amor, su amor, murió de cirrosis. “Me caí. Me empecé a despedir esperando la muerte. Mi papá sufrió un doble ‘shock’, primero por lo del VIH y segundo por ser homosexual. Yo sufrí la discriminación de mi familia”.
Otro día, después de un aguacero, Gerardo le dijo a Alejandro Cárdenas, periodista y director del documental ‘Oasis’, que “la lluvia lavó el cielo”. Entonces, cuenta Cárdenas, “me sentí limpio y supe que no sería difícil filmar un documental con gente así, con ese tamaño de corazón”.
De acuerdo con las últimas cifras oficiales, en México se registraron en el 2012 más de 150.000 casos de sida. Los portadores del virus son, en su mayoría, hombres y mujeres con edades comprendidas entre los 15 y los 49 años.
Detrás de ese número se esconden personas que han sido invisibilizadas en todos los niveles de la sociedad. Alejandro Cárdenas, periodista de 37 años del estado norteño de Coahuila, conoció a Gerardo y “vio” su historia y la de otros compañeros que vivían en el centro Oasis de San Juan de Dios. Decidió narrarlas acompañándolas de la mirada lúcida de Meeri Koutaniemi, fotoperiodista finlandesa de 25 años. El resultado es el documental ‘Oasis’, un proyecto audiovisual que le da voz desde el corazón a quien no la tiene.
Una casa para todos
Alejandro Cárdenas explica que Oasis de San Juan de Dios es un albergue ubicado en el pueblo de Conkal, estado de Yucatán, a una hora de viaje de la capital, Mérida. Allí se ofrece cobijo y esperanza a quienes, por el hecho de ser seropositivos, han sido relegados de todas partes: del seno de sus familias, de las instituciones de salud y pareciera, por desgracia, que de la sociedad misma.
“Oasis funciona, como decimos en el documental, como una puerta hacia una vida más digna o como una última morada que brinda refugio sin restricción alguna”, añade Cárdenas.
Gerardo Chan es originario de Sitpach, un pequeño municipio de Mérida con 1.502 habitantes e inmerso, como muchos otros, en un ambiente machista e intolerante hacia la homosexualidad. De hecho, Chan cuenta que estuvo viviendo en un chiquero como castigo paterno por su elección sexual.
Le diagnosticaron que padecía sida en 1999. “Para mí sida era igual a muerte”, dice mientras se maquilla para la sesión de fotografías. Hace doce años, su novio, seropositivo, falleció de cirrosis. Gerardo empezó a morir como mueren las personas ahogadas en su soledad. “Si conseguí vivir fue gracias a Oasis”, afirma sonriente.
Chan estuvo 8 años en el centro y, desde entonces, su forma de ayudar a quienes, como él, han sufrido o sufren la discriminación de una sociedad prejuiciosa e ignorante, es mediante el activismo. “Viajo por el país, doy conferencias. Ayudo a la gente compartiendo mi historia, dando mi testimonio…”.
Tantas vidas sin pasado…
Cárdenas comparte momentos muy duros que le tocó presenciar, como la muerte de seis personas en condiciones realmente precarias. Algo más que alarmante teniendo en cuenta el desarrollo actual de la medicina.
“Al final del día, seis resulta ser un número exiguo: Carlos Méndez Benavides, director del albergue, me contó que a lo largo de diez años han muerto en sus brazos poco más de 300 personas. Un número inimaginable. Tantas vidas sin pasado, tantas historias sin recuerdos”, lamenta el periodista.
Destaca, además, que el documental filmado en pueblos de Yucatán trata de poner sobre la mesa las pequeñas grandes historias… “Esas del sufrimiento y el esfuerzo diario”.
En este sentido, el documental ‘Oasis’ se enfoca en tres historias de vida: la de Gerardo Chan, quien a pesar de haber sido relegado y expulsado del seno familiar, se rehizo y hoy trabaja como jardinero y ha perdonado a su familia. Esa es la parte de Gerardo que más le interesaba a Cárdenas contar en el filme: el derecho que tiene cualquier seropositivo a amar y ser amado, a trabajar y a llevar una vida como todo el mundo.
Una tarea muy difícil para quienes, como Deborah, otro personaje del filme que vende sus amores peregrinos al mejor postor a cambio de una sonrisa y 200 pesos, no solo tienen que luchar contra el estigma del sida, sino que además deben enfrentar la intolerancia por su orientación sexual y la exclusión social por sus raíces indígenas.
Otro personaje central en el documental es Reyna Patricia, quien, por las mañanas, siempre le contaba a Alejandro lo que había soñado la noche anterior. “En ella quise explorar esa ‘doble vida’ que va, entre la prostitución y un trabajo común y corriente, como lo es la cocina. Más allá de la actividad laboral, en Reyna Patricia uno puede oler un corazón con falta de amor, un día a día con falta de oportunidades y un deseo de componer el camino”, confiesa el director del proyecto.
Deborah, en cambio, ve la prostitución como única puerta de salida: lleva ejerciendo tal profesión desde los 14 años de edad y, como ella misma asegura: no sabe hacer otra cosa. Y aunque quisiera: "los travestis en Yucatán están condenados a realizar solo tres tipos de trabajo: o se es estilista, imitadora en cabaret de poca monta o prostituta. No hay más", dice Deborah, quien muestra en el documental la ausencia total de un trabajo digno consecuencia de los prejuicios.
Sin embargo, también nos enseña una historia ya vista muchas veces, pero no por ello menos fuerte: el pasado familiar y la violencia que orilla en los caminos de vida tortuosos.
El documental de las voces
“Mis tres personajes están ligados al albergue Oasis en el sentido de que los tres viven o vivieron allí”, afirma Cárdenas. Un lugar con las puertas de la tolerancia abiertas de par en par. Un remanso de paz, según atestigua Gerardo Chan: “Llegué al albergue con la autoestima por los suelos. Decidí empezar de cero. Solo una de mis hermanas me apoya. Luego estuve con otra pareja. Volví a casa. Encontré trabajo y decido comenzar a contar mi historia. Me independizo. Le debo mi vida a Oasis”.
A la pregunta de ¿cómo podría contribuir el proyecto a la lucha contra el sida y, sobre todo, contra la estigmatización de la sociedad por ser homosexual, primero, y ser portador del virus, en segundo lugar?, su director afirma que “la gran apuesta del documental es mostrar el día a día, la lucha diaria de un seropositivo como una forma de gritar: “¡Aquí estamos y tenemos derecho a amar y a ser amados; a trabajar dignamente y a gozar de la vida!”.
La vida en los pueblos yucatecos (el documental está filmado en Sitpach, hogar de Gerardo; Motul, hábitat de Deborah y Conkal, donde se encuentra Oasis y a donde Reyna regresa cada cierto tiempo), puede llegar a ser difícil.
“En México decimos “pueblo chico, infierno grande” y ser portador y ‘maricón’ como se les llama comúnmente, es un problema mayor. Pero lo inaudito es que la situación no cambia mucho en las grandes ciudades. Entonces, si el documental, aunque no sea un medio de proyección masiva, ayuda para que algunas voces alcen un 'ya basta', entonces, ese día, sentiré que nuestro trabajo de años llegó a buen puerto”, dice Cárdenas.
Falta educación
“Tiene razón Gerardo cuando dice que falta educación: en casa, en la escuela, en las calles. La educación como medio y fin que nos haga más tolerantes hacia el que piensa diferente; al que decidió ejercer su sexualidad acorde a sus preferencias sin importar el qué dirán; solidario con quien porta el virus y abierto hacia un mejor mañana en el que todos tengamos un espacio. Ni más grande ni más chico, solo un espacio y un país que sea de todos y no solo de unos cuantos", añade el periodista.
“Tengo derechos. Hay mucha ignorancia. Falta educación sexual en escuelas, en las calles… Me considero feliz. Siempre hay gente que me hace sentir importante. No me complico la vida. Soy cuidadoso en mis relaciones. Uso condón. La gente me acepta en mi pueblo. Me trasvisto. Me gusta. Mi nombre artístico es Mariela. No es una enfermedad. Comparto todos los cosméticos con mi hermana. Me gusta que me traten como mujer. Me gusta la vida galante”, enumera sonriente mientras delinea con un lápiz negro unos ojos repletos de vida y de elegancia.
Brillan con luz propia y uno no tiene que darles visibilidad, sino solo respetar su espacio y con paciencia y cariño seguir sus vidas. Son Gerardo, Deborah, Reyna Patricia y muchos más, porque el documental ‘Oasis’ lo único que busca es que sus palabras entren por los oídos y por los ojos, se estanquen en el corazón y germinen como ideas para hacer ‘algo’. Si Reyna, Gerardo y Deborah abrieron sus vidas para este documental fue con una simple pero profunda condición: que algo cambie. Que sus historias ya no se repitan en los mañanas por venir.
EFE REPORTAJES
Publicación
eltiempo.com
Sección
Cultura y entretenimiento
Fecha de publicación
15 de enero de 2013
Autor
EFE REPORTAJES

La historia de Diana Ángel y su cercanía con el VIH SIDA

A los 15 años se enfrentó con el VIH, desde entonces es una abanderada de campañas de prevención.

Es amiga de la comunidad LGBT y es una líder contra la discriminación y la violencia.
La actriz Diana Ángel no se sonroja ni se pone nerviosa cuando le tocan temas como el sida o la homosexualidad; todo lo contrario, habla clara y contundentemente de dos realidades para ella muy cercanas. "Tuve un tío que murió de VIH a finales de los 80 y su caso fue de los primeros que se veían en Colombia. En plena adolescencia enfrenté lo que significaba tener en casa a una persona de la comunidad LGBT, que tenía sida y que vino a morir con nosotros. Vi que no era fácil para ellos ser portadores de esa enfermedad y mucho menos decirlo; eran discriminados, en las clínicas prácticamente los aislaban y sin embargo en mi familia nada cambió. Nos parecía absurdo que los rechazaran por eso. Con mi abuela apoyábamos a quienes la gente alejaba por ser VIH positivo y por su condición. Vivir esto desde tan pequeña me generó muchas inquietudes sobre cómo debe ser la relación de los seres humanos y cómo debemos aceptamos. La discriminación para mí es uno de los peores flagelos de esta sociedad".

La experiencia y el cuestionamiento llevaron a la actriz a ser la imagen de la campaña llamada "El condón lo cargo yo", y a trabajar de la mano con entidades como Profamilia. "Muchos se escandalizaron porque eso les parecía un libertinaje femenino y tocó comenzar a cambiar esa mentalidad y decirles que el cuidado del cuerpo es de ambos, que el respeto por la mujer es importante, que el uso del condón es un diálogo y no una alternativa que no solo la pueden dar los hombres y que previene del embarazo y del VIH. Me parece que esa es la enfermedad a la que más miedo deberían tenerles los adolescentes y todos los que practican sexo sin protección. Algunos pueden convivir con el VIH, pero es incurable".

Diana Ángel alterna su trabajo como actriz con charlas sobre temas como estos y el maltrato contra las mujeres, la violencia intrafamiliar, la aceptación de la comunidad LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transgeneristas e intersexuales) y la lucha por los derechos humanos. "Es inherente defender las causas justas. Los problemas vienen por la autoestima y la falta de amor propio por la violencia en que vivimos. Sufrimos de indiferencia, creemos que nunca vamos a ser víctimas. Jamás me han agredido físicamente pero sí de forma verbal. Fue cuando estaba en la universidad, tenía un novio muy agresivo y cuando me alzó la voz le dije que no lo soportaba. Su comportamiento era tan recurrente que lo mejor fue alejarme; no lo permito porque mañana nuestros hijos ven comportamientos de estos y van a seguir repitiéndolos, creyendo que eso está bien".

Bajo estos parámetros, Diana educa a su hijo y no se aterra con que el día de mañana él ame a otro hombre. "No voy en contra de la felicidad del ser humano y si mi niño en unos años me dice que es homosexual, lo apoyo. Independientemente de los que suceda, un papá no puede desconocer que la felicidad da tranquilidad. No le pondría ningún tipo de reparo. Lo único que me parecería raro es no ser abuela porque me gustaría. Para mí la felicidad del ser humano no se puede cuestionar".
CRISTINA ESTUPIÑÁN
Publicación
eltiempo.com
Sección
Otros
Fecha de publicación
17 de enero de 2013
Autor
CRISTINA ESTUPIÑÁN

Grecia ficha a los seropositivos

El Gobierno ordena realizar pruebas obligatorias del VIH a prostitutas, toxicómanos, indigentes y sin papeles


Desde hace unos días prostitutas, toxicómanos, personas sin techo e inmigrantes indocumentados están en el punto de mira en Grecia como blancos potenciales de una polémica medida, de esas que rezuman mano dura: la realización de pruebas forzosas del VIH a modo de peculiar política preventiva. El decreto, que ha suscitado acerbas críticas de ONG y grupos de derechos humanos como Human Rights Watch (HRW), cae a plomo sobre un ámbito, el de la salud pública,desbaratado por cinco años de recesión y en el que los recortes en prevención y seguimiento del sida y el aumento descontrolado de la prevalencia del virus se alimentan mutuamente: el número de contagios ha aumentado en un 200% desde 2011 mientras que los centros de tratamiento han visto reducido a la mitad su presupuesto.
Pero la pretensión del Ejecutivo rebasa ampliamente el impacto sanitario. El decreto Nº GY/39A sobre “restricción de la transmisión de enfermedades infectocontagiosas” permite a la policía detener al albur, es decir, arbitrariamente, a cualquier persona para someterla a pruebas de detección o control obligatorias. La norma ya había entrado en vigor en abril de 2012 en vísperas de las elecciones generales y de la mano de un ministro socialista, Andreas Loverdos, en un intento de regenerar el centro deteriorado de Atenas; esos mismos días también se abrió el primer centro de internamiento de extranjeros, en Amygdaleza. El Gobierno saliente, liderado por el tecnócrata Lukás Papadimos y formado –como el actual- por socialistas y conservadores, blandía así la escoba con la mira indisimuladamente puesta en las urnas.
En virtud de ese decreto, se realizaron cientos de pruebas a prostitutas. Diecisiete de ellas, griegas, búlgaras y rusas, resultaron ser seropositivas y sus nombres, detalles biográficos y fotografías se publicaron en la página web de la policía durante horas, con la excusa de representar una emergencia sanitaria. Las portadoras del virus, a las que las autoridades se refirieron como “bombas sanitarias”, acabaron en la cárcel hasta que fueron absueltas del delito de causar intencionadamente daño a terceros; las últimas cinco quedaron libres en marzo. A los clientes, el ministerio sólo les instó a realizarse la prueba.
Desde entonces el acoso policial en las calles no ha cejado, aunque nublado por la macrorredada Xenios Zeus contra la inmigración irregular, pero la polémica se fue apagando hasta que, en abril pasado, la entonces viceministra de Sanidad, de Izquierda Democrática (Dimar, el socio menor del tripartito), revocó el decreto. Por poco tiempo: la crisis de la coalición de Gobierno, con la salida de Dimar, y la llegada al ministerio del elemento más ultra del nuevo bipartito, Adonis Georgiadis, han dado un nuevo aliento a esta versión de caza de brujas para tiempos de crisis. Georgiadis, procedente del partido de extrema derecha nacionalista Laos –que se quedó fuera del Parlamento en 2012, en beneficio de la neonazi Aurora Dorada-, es un confeso antisemita y defensor de la dictadura militar; tertuliano polemista y autor de un libro que refuta la amplia aceptación social que la homosexualidad tuvo en la Grecia clásica. En sus apariciones televisivas, se ha referido en numerosas ocasiones a Atenas como Bangladesh o Talibanlandia.
Además del VIH, el decreto reintroducido por obra y gracia de Georgiadis –su primera medida, al día siguiente de tomar posesión- incluye otras enfermedades “de relevancia sanitaria pública”, es decir, patologías que se creían erradicadas en Europa o que, por sus connotaciones de miseria, provocan alarma, como la tuberculosis, lamalaria –desbocada por la falta de fondos para fumigación-, la polio, la hepatitis o la sífilis. Las víctimas propiciatorias son “drogodependientes por vía intravenosa, trabajadores del sexo, migrantes indocumentados procedentes de países donde esas enfermedades sean endémicas y, gente que viva en condiciones que no reúnan mínimos estándares de higiene, incluidos los homeless”.
La categorización ha desatado la furia de las ONG, que acusan al ministerio de estigmatizar a los grupos más vulnerables de la población. Ítem más, la intervención de la policía reboza el propósito sanitario en política de orden público: esta tendrá potestad “para hacer cumplir el aislamiento del sujeto, la cuarentena” e incluso el tratamiento que se le prescriba, según reza el decreto.
HRW considera la realización de pruebas forzosas “una violación de la integridad y la autonomía corporal; un claro atentado a los derechos humanos”. Pero algunos van más allá. “No sólo es un atentado contra los derechos humanos, lo peor es que no hay ningún dato médico que demuestre la eficacia de prácticas semejantes”, explica por teléfono Zoe Mavrudi, autora del documental Ruinas: crónica de la caza de brujas del VIH, sobre las detenciones de prostitutas de 2012. “El aumento de los casos de VIH no se puede atajar con medidas represivas ni policiales, esto no va a beneficiar a nadie. Los datos de Keelpno [Centro Griego para la Prevención y Control de Infecciones, que depende del Ministerio de Sanidad] muestran que tras las primeras detenciones no se redujo el número de casos y sí al contrario, y muy negativamente, la confianza en los trabajadores sanitarios de los potenciales afectados. El decreto de Georgiadis, además, amplía las categorías de sospechosos y los criminaliza: decir que los inmigrantes son peligrosos por motivos de salud es algo que no aparece en ningún documento de ninguna organización [médica] internacional”, concluye Mavrudi, para quien la motivación es claramente política y “demuestra la derechización a marchas forzadas del Gobierno”.
El reglamento se cuida mucho de incluir entre los sospechosos al colectivo homosexual, recién desbancado en Grecia entre los tradicionales grupos de riesgo por los usuarios de drogas por vía intravenosa, que ya constituyen la mitad de los nuevos casos, según datos de octubre de Keelpno. Es la primera vez que el uso de jeringuillas compartidas supera a las prácticas homosexuales sin protección como vía de contagio, lo que no obsta para que grupos de activistas gais hayan puesto también el grito en el cielo. “La salud pública no se protege castigando a los seropositivos, sino con programas integrales de prevención, educación sexual en las escuelas y campañas públicas de información. Todo eso cuesta dinero, y no lo hay, pero sí hay prioridades, y la salud pública debería ser una de ellas”, explican fuentes de HOMOphonia. Este diario intentó recabar la versión del Ministerio de Sanidad sin éxito.

Para que no me olvides

"De la fregona a la pancarta”. Así resumen su historia. Al principio eran unas pobres mujeres, ignorantes, incultas, abocadas a la monotonía del trabajo doméstico, guisar, lavar, planchar, limpiar y sacar a sus hijos adelante. Pero no las dejaron. Ni siquiera lograron arrebatarlos de las garras de la muerte.
No sabían lo que estaba pasando. No lo entendían. Sus hijos eran buenos chicos, más o menos revoltosos, esta buena estudiante, ese regular, aquel muy rebelde, pero ninguno malo. Hasta que un día les cambió el carácter. Se volvieron extraños, huraños, violentos, empezaron a adelgazar, a desesperarse, a quitarles dinero… Se habían enganchado a la heroína, una palabra que para ellas evocaba apenas a Agustina de Aragón disparando un cañón en una vieja película en blanco y negro.
Ellas no sabían casi nada y no podían comprender lo poco que sabían. Por qué, en Entrevías, a principios de los ochenta, el hachís desapareció de las calles como por ensalmo. No, chocolate no hay, pero tengo una cosa mucho mejor, mira, toma, prueba esto, te lo regalo, póntelo y ya me dices… Así, los chicos y chicas que fumaban porros los fines de semana se convirtieron en yonquis de la noche a la mañana. Así, el barrio más radical, más luchador de Madrid, la zona de Vallecas donde la policía de Franco ni siquiera se atrevía a entrar durante los últimos años de la dictadura, se convirtió en un infierno para sus vecinos, un oasis de la paz más cruel para un Estado al que el caballo le hizo gratis el trabajo sucio. El sida remató la faena de neutralizar la combatividad de una generación de jóvenes que murieron antes de llegar a la madurez. Aquello fue un genocidio, dicen sus madres. Es difícil llevarles la contraria, porque ahora sí saben de lo que hablan. Muchas perdieron un hijo, muchas dos, algunas tres, cuatro, y una hasta seis, todos los que tenía, en aquella batalla.
Porque esto es la guerra, explican ellas, que llevan más de treinta años luchando con garras y dientes en un combate desigual, injusto como ninguno. Sus hijos las movieron, las siguen moviendo. Por ellos, por ellas, empezaron a estudiar, a investigar, a organizarse. Desde entonces, no han parado. Después de enterrarlos, ya no tienen nada que perder.
Difundieron el  conocimiento que habían pagado con la sangre de sus hijos, pero no pasó nada
Las Madres Unidas contra la Droga de Entrevías convocaron una infinidad de manifestaciones en las que recorrían las calles de su barrio deteniéndose en los portales de los camellos. Aquí, aquí, aquí se vende droga, gritaban, pero no pasó nada. Hicieron una lista con todos los puntos de venta de droga de Vallecas y la entregaron en el Congreso de los Diputados, pero no pasó nada. Hicieron encierros, acampadas, huelgas de hambre, comunicados, conciertos, jornadas de lucha, y difundieron, redifundieron y volvieron a difundir el conocimiento que habían pagado con la sangre de sus hijos, pero no pasó nada. O sí. Pasó que la policía, esa misma que nunca hizo nada, las clasificó entre los grupos violentos, radicales, peligrosos. Nos llamaban jarrais, cuentan ahora con una sonrisa, a nosotras, ya ves… Pasó que nadie les ha pedido todavía perdón. Y sigue pasando que nadie se ha muerto de vergüenza.
No ha sido fácil. Para ellas, nada ha sido fácil nunca, pero ninguna dificultad llegará a ser jamás tan grande como ellas. Han aprendido mucho, y pocas cosas son tan emocionantes como el relato de su aprendizaje. “Aquí no se viene a que a una le resuelvan el problema de su hijo, sino a luchar por todos… Y comprendimos que los camellos no eran el enemigo, que ellos también eran víctimas… Y un camello mató a un chaval de un navajazo y su madre no le denunció, porque comprendió a tiempo que no era más que un desgraciado, como su hijo… Y cuando íbamos a la cárcel a verlos, nos desnudaban de arriba abajo y seguíamos pitando, por los puentes de la boca, por el DIU, por las prótesis, y no nos dejaban pasar… Y nos concentrábamos los sábados en Sol, a las cuatro de la tarde, por si alguna quería ir luego al cine, y un año nos encontramos con los del Orgullo Gay, y por apoyarles nos morreamos nosotras también, y no veas cómo nos aplaudían… Y quedamos a cenar y siempre decimos, a ver, la primera media hora para llorar, y luego, ya, a divertirse…”.
Guapas, magníficas, generosas, valientes, sabias, compasivas, jovencísimas siempre, las Madres son de lo mejor que existe en esta ciudad, en este país. Para comprobarlo, basta con leer el libro en el que repasan más de treinta años de lucha y de esperanza. Se titula Para que no me olvides, como una vieja canción de amor. De eso se trata.

La actriz sudafricana visita al presidente Zuma como mensajera de la ONU y ofrece ayuda para combatir el sida

Charlize Theron vuelve a casa en misión de paz


Con un conjunto negro de estampado blanco y pelo corto, Charlize Theron ha llegado a la sede oficial del Gobierno de Sudáfrica para encontrarse con el presidente, Jacob Zuma, en un desayuno formal y protocolario. La actriz sudafricana visita este lunes su país como mensajera de la paz de Naciones Unidas respondiendo a una invitación de Zuma del pasado mes de enero cuando ambos coincidieron en el fórum económico que se organiza anualmente en la ciudad suiza de Davos. Aunque Theron dejó su tierra para iniciar una carrera cinematrográfica que le ha llevado a ser una estrella en Hollywood, Sudáfrica siempre ha mimado a esta mujer que el próximo 7 de agosto cumplirá 38 años y en los últimos tiempos se ha involucrado especialmente en la lucha contra el sida. Decenas de periodistas han acudido al desayuno en busca de la fotografía de a actriz y del presidente. La visita con Zuma ha tenido que ver más con esta faceta activista que con el glamour de la alfombra roja a la que la actriz está acostumbrada. Al presidente, sin embargo, no se le ha borrado la sonrisa de la cara con la que ha recibido a la estrella, ahora con pasaporte estadounidense.
La ganadora de un Oscar ha ofrecido a Zuma la plataforma de su organización, Charlize Theron Africa Outreach Project para ayudar al Ejecutivo sudafricano en la lucha contra el VIH y el sida especialmente entre las mujeres. Sudáfrica, junto a otros países de su entorno geográfico, es el país con mayor número de infectados del mundo, a pesar de que, según la ONU, en los últimos dos años se han reducido en un 12% los nuevos casos. El presidente ha agradecido a la actriz, de cultura afrikáner y nacida en la pequeña localidad de Benoni, sus esfuerzos en este campo y ha aceptado trabajar conjuntamente. En este encuentro, Theron ha asegurado que “hoy el mundo tiene el conocimiento y las herramientas para dar paso a una generación libre de sida, y salvar las vidas de las personas que viven con el VIH, pero es el liderazgo sostenido y fuerte como la suya que harán realidad este objetivo”.
La última vez que Theron visitó su país fue el pasado mes de noviembre, aprovechando el verano austral se acercó hasta la meridional Ciudad del Cabo. En aquella ocasión, la actriz estuvo acompañada de su hijo Jackson, al que adoptó en marzo de 2012, y su madre Gerda. Los medios locales resaltaron su cortísimo corte de cabello que lucía más oscuro de lo habitual, por lo que dedujeron que su rubio característico no es más que fruto de los tintes artificiales. A Theron no se le conoce pareja desde que en enero de 2010 se separara del también actor Stuart Townsend, tras nueve años de relación.

sábado, 20 de julio de 2013

Promotores Ciencia por la Paz-Barinitas-Edo. Barinas.

El VIH se propaga en los jóvenes

Al año el 40% de nuevas infecciones se produce entre los 15 y 24 años de edad

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Menos de la mitad de los adolescentes se protegen debidamente ARCHIVO
Una iniciación a la sexualidad temprana y no utilizar los preservativos hace que los jóvenes venezolanos de entre 15 a 24 años sean ahora el grupo que más se contagia de VIH.

Esta tendencia se debe principalmente a dos razones: la falta de prevención y la de educación, así lo indica Martín Carvallo, infectólogo del Hospital Universitario.

"Hay poca prevención de la enfermedad y el Estado está enfocado en la cura y no en la prevención y también en el hecho de que la enfermedad ha pasado de mortal a crónica ya que puede ser tratada con cierta efectividad y mucha gente, por eso, se ha relajado en cuidarse para prevenir la enfermedad".

En el país no existen cifras exactas de cuántos jóvenes contraen el virus solo se sabe, gracias al Ministerio para la Salud, que al año el 40% de las nuevas infecciones se producen en este segmento.

Mario Comegna, infectólogo, también lo ratifica. "Es absolutamente cierto. La tendencia es que cada día los pacientes que asisten a las consultas de VIH son mas jóvenes y se observa de algunos años hacia acá. También se debe tomar en cuenta que la vía de transmisión más frecuente en este grupo es la sexual".

Según datos de la organización StopVIH nueve de cada diez jóvenes sabe del preservativo y cómo usarlo, pero sólo uno de cada diez lo utiliza.

El doctor Comegna también trae a colación cifras, aportadas por los trabajos de campo del psicólogo Leoncio Barrios, en el que se revela que en la población joven (15-24 años) el 94% de los casos la primera relación sexual fue casual, 61% de los adolescentes no utiliza ningún método anticonceptivo en su primera relación, 38% de los hombres piensan que solo se debe usar preservativo las primeras veces, 53% de las mujeres piensan que si usan la pildora no es necesario utilizar preservativo siendo la incomodidad y la falta de placer las razones más importantes por los cuales no lo usan y 50% de los adolescentes menores de 17 años son sexualmente activos.

Lo que hace al especialista pensar que por todas las razones anteriormente descritas hace que la probabilidad de infectarse en los jóvenes sea mayor.

Educar para prevenir

Ante esta situación Comegna indica que lo más importante es la prevención y la educación para evitar que esta tendencia vaya en aumento.

Señala que actualmente se realizan campañas de información dirigidas a los grupos de mayor riesgo y a quienes aún no han comenzado su actividad sexual.

Añade que se tiene que acabar con la discriminación de las personas que tienen VIH y la homofobia, fomentar a que la gente se realice pruebas de Sida y seguir hablando de la enfermedad para que se conozca y se prevenga mejor.

Johnatan Rodríguez, director de la organización StopVIH, considera que otra de las causas de que el VIH se propague entre los más jovenes es que un gran número de ellos no está inscrito en la educación formal por lo que no tienen acceso a la información de vanguardia.

Rodríguez insiste en que para evitar que se siga propagando la enfermedad se debe iniciar la educación sexual desde la casa desde una edad tempranda y reforzarla en el sistema educativo.

lunes, 1 de julio de 2013

Actividades de prevención realizadas mes de mayo





Mas noticias

La Reina visita el corazón del sida y la malaria en Mozambique

Doña Sofía, muy relajada pese a los problemas que dejó en La Zarzuela, incluso se animó a bailar la danza típica con un grupo de mozambiqueñas

Celeste Moiane, de 75 años, miró con incredulidad a su extensa familia –que la ha hecho cuatro veces bisabuela- cuando la Reina le pidió que le enseñara su casa, un pequeño habitáculo de chamizo en la aldea mozambicana de Kabembe. La aldea y la casa de Celeste Moiane fueron la primera parada del viaje que doña Sofía inició este martes para visitar los proyectos de cooperación financiados por España en uno de los países más pobres del mundo. Pungana pertenece a la provincia de Manhiça, donde casi el 50% de la población entre 15 y 49 años está infectada de sida y donde se encuentra el proyecto estrella de la cooperación española en el país, un centro de investigación donde el médico español Pedro Alonso ensaya una vacuna contra la malaria. El centro atiende a cerca de 90.000 personas y forma a futuros médicos e investigadores para que intenten aumentar la corta esperanza de vida del mozambiqueño: 50 años.
La Reina fue agasajada a su llegada a Manhiça con una capulana, prenda que aquí, explican, no le dan a cualquiera. “Esto es un honor, no folclore”, aclaraba uno de los empleados de la Agencia Española de Cooperación. Doña Sofía se mostró muy relajada, pese a la multitud de problemas que dejó en La Zarzuela, e incuso se animó a bailar con un grupo de mujeres que la recibió con el baile típico. “¡Raíña!, ¡Raíña!”, la animaban.
Doña Sofía regresaba al Centro de Investigación en Salud de Manhiça 15 años después de su primera visita
Doña Sofía regresaba al Centro de Investigación en Salud de Manhiça -Premio príncipe de Asturias de cooperación en 2008- 15 años después de su primera visita. Se sentó en la misma silla del mismo laboratorio y miró por el mismo microscopio de entonces el aspecto del parásito que hace estragos en el país. Pedro Alonso bromeó, enseñando una fotografía de aquella visita, sobre “lo bien que se conserva doña Sofía” y lo cambiados que estaban otros, como él mismo, mientras le contaba los progresos -la mortalidad infantil en la región se ha reducido un 50%-; y le mostraba los avances, como un sofisticado software con forma de walki-talkie que utilizan para recoger los datos de los enfermos que asisten en aldeas como la de Celeste. El médico español también recordó la visita que la infanta Cristina, imputada el pasado miércoles en el caso Nóos, había hecho al centro años atrás. “Aquí la queremos mucho”, dijo.
Alonso insistió en la necesidad de fomentar una estrategia de cooperación basada en la investigación biomédica: “Si no hay salud, no hay desarrollo. Es un círculo vicioso”, y recordó que solo el 10% de los recursos en investigación se dedican a las enfermedades que causan el 90% de las muertes en el mundo. “Hay países con una esperanza de vida de 40 años y otros de 80 y eso no lo podemos tolerar”. El centro, que fundó en 1996 y cuya dirección cedió a un mozambiqueño en 2008, ha recibido una contribución de más de 17 millones de euros de la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo, y recibe también fondos privados. La Fundación de Bill y Melinda Gates, por ejemplo, les ha donado 40 millones de dólares.
La crisis ha mermado los recursos y la estrategia de cooperación, según explica el secretario de Estado de cooperación, Jesús Gracia, que acompaña a la Reina en este viaje a Mozambique, “tiene que cambiar”. “No es posible que desde hace 20 años, casi la mitad del presupuesto de Mozambique sea la ayuda que recibe del extranjero. Nosotros vamos a ayudarles a partir de ahora sobre todo con asistencia técnica y formación para que puedan gestionar sus recursos propios. Las circunstancias de la economía mozambiqueña van a cambiar mucho porque va a empezar a explotarse petróleo y gas en la zona norte. El gran desafío de Mozambique es aprovechar esas perspectivas para salir de los últimos puestos del Índice de Desarrollo de Naciones Unidas y dejar de ser un país tan dependiente de la cooperación internacional”. En cualquier caso, matizó, “Pese a la crisis, España va a seguir ayudándoles porque Mozambique es un país prioritario para la cooperación española”.

NOTICIAS

Insulina un 25% más cara y un aumento del 200% en los contagios de VIH

El anuncio, este jueves, del cierre de 13 hospitales en el país es la última noticia aciaga para el sistema de salud griego. El sinfín de ajustes y recortes de fondos públicos ha dejado a un número creciente de personas sin seguro médico –entre ellas, unos 470.000 inmigrantes sin permiso de residencia- y a alrededor del 10% de la población en situación de “extrema pobreza”. Los recortes se hacen notar especialmente en dos ámbitos: en la salud mental, con un incremento de los suicidios de alrededor del 20% sólo entre 2009 y 2011, así como una reducción drástica de los programas de prevención y asistencia, y en el campo de las enfermedades infecto-contagiosas, con un aumento dramático de los contagios por VIH –los casos se han disparado un 200% desde 2011- y brotes de enfermedades que se creían erradicadas en Europa, como la tuberculosis, o son propias de otros continentes, como la malaria. En paralelo, se ha producido una sangría de médicos en el país: sólo en la región de Atenas, 4.000 médicos han emigrado al extranjero en los últimos tres años, según el colegio médico local.
La reducción de personal en hospitales públicos es otra consecuencia de la austeridad. Grecia gastará este año 2.000 millones de euros, frente a los más de 3.000 millones que destinaba a tal efecto en 2009. El segundo rescate, acordado en febrero de 2012 por valor de 130.000 millones de euros, establecía la obligatoriedad de cerrar o fusionar hospitales para reducir la factura sanitaria del Estado; en este contexto se inscribe el anunciado cierre de 13 establecimientos en todo el país. El Estado adeudaba a mediados de abril 35 millones de euros en sueldos a trabajadores hospitalarios.
El incremento del número de parados de larga duración ha dejado sin prestación por desempleo a un creciente número de personas; actualmente sólo perciben subsidio de paro unas 160.000 personas del 1,3 millones sin trabajo. El desempleo golpea especialmente a los menores de 25 años (más del 60%), lo que ha multiplicado el consumo de drogas por vía parenteral y, consecuentemente, el número de contagios de VIH. El cierre de los centros que realizaban gratis la prueba del sida, otro recorte de la Administración, ha disparado la prevalencia a niveles epidemiológicos: el número de contagios es hoy un 200% mayor que en 2011; y los fondos públicos para la detección se hallan bloqueados desde 2012. El contagio entre drogodependientes supone la mitad de los casos; por primera vez, la principal vía de contagio han sido las relaciones homosexuales sin protección.
El sistema de copago vigente obliga al ciudadano a sufragar cualquier acto médico, de unos análisis a un parto o una cesárea, lo que expulsa del sistema –hacia la atención sanitaria de ONG o la beneficencia interesada de partidos como el neonazi Aurora Dorada, con un sistema de médicos “sólo para griegos”- a un creciente número de personas. En noviembre pasado, además, el Gobierno aprobó una subida del 10% al 25% en el copago de medicamentos para enfermedades crónicas graves. La tasa menor se aplicará a las enfermedades primarias o principales, y el 25%, a las derivadas o secundarias. Es decir, el tratamiento para el cáncer o el sida queda excluido de la tasa, pero no la medicación para las dolencias derivadas que suelen acompañarlas. En la lista de medicamentos gravados figuran los indicados para el tratamiento del Párkinson, la diabetes –la insulina tiene un recargo del 25%-, el Alzheimer y la demencia o las cardiopatías congénitas, entre una quincena de dolencias. A partir de 2014, además, se impondrá el pago de un euro por receta, además del correspondiente incremento del copago farmacéutico.