martes, 22 de octubre de 2013

Se reducen tasas de VIH a escala mundial: Onusida

Desde 2001, las nuevas infecciones por el VIH han descendido en un 52 por ciento entre los niños y niñas, y en un 33 por ciento en el caso de los adultos e infancia en conjunto, reportó el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida) en un informe que se presentará durante la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas que iniciará mañana en Nueva York y en la que se examinarán los Objetivos de Desarrollo de Milenio. 
De acuerdo con el documento, se calcula que, en 2012, se han dado 2.3 millones de nuevos casos de VIH en adultos y niños, lo que representa un caída de 33 por ciento desde 2001. De la misma manera, las nuevas infecciones entre la infancia han descendido hasta 260 mil en 2012, lo que implica una reducción de 52 por ciento desde 2001. 
El informe advierte que gracias a la expansión del tratamiento antirretroviral, las muertes relacionadas con el sida también han descendido en un 30 por ciento, en comparación con los índices máximos registrados en 2005. 
Por otra parte, el texto elaborado por el organismo internacional explica que para finales de 2012, aproximadamente 9.7 millones de personas tenían acceso a medicamentos antirretrovirales en países de ingresos bajos y medios, lo que se traduce en un aumento de casi 20 por ciento en un año. 
En el rubro de coinfecciones, el informe –dado a conocer esta mañana en Ginebra, Suiza-, señala que las muertes relacionadas con la tuberculosis entre las personas que viven con el virus han descendido en un 36 por ciento desde 2004. 
Para el Onusida, a pesar de los recortes en términos de financiación para el VIH por parte de los donantes, la cual se ha mantenido en torno a los niveles alcanzados en 2008, ha aumentado la inversión nacional por parte de los gobiernos en materia de VIH, hasta llegar a representar 53 por ciento de los recursos mundiales para el VIH en 2012. 
“Se calcula que, en dicho año, los recursos destinados al VIH equivalían a un total de 18.9 mil millones de dólares estadounidenses, lo que supone entre 3 mil y 5 mil millones menos de los 22-24 mil millones de dólares estadounidenses que se prevé necesitar anualmente para 2015”. 
Asimismo, el documento menciona que en 2011, los Estados miembros de las Naciones Unidas establecieron el objetivo de que, para 2015, 15 millones de personas recibirían tratamiento contra el VIH. No obstante, cuando los países comenzaron a lograr mejorar la cobertura del tratamiento y aparecieron nuevas pruebas que indicaban que la terapia antirretrovírica favorecía la prevención del virus, la Organización Mundial de la Salud estableció un nuevo conjunto de directrices sobre el tratamiento del VIH, y se calculó que el número de personas que necesitaban el tratamiento pasaba a ser superior a 10 millones. 
“No sólo debemos conseguir el objetivo de que, para 2015, 15 millones de personas sigan el tratamiento del VIH, sino que tenemos que ir más allá, y mantener nuestra visión y compromiso para asegurarnos de que nadie se queda atrás", declaró Michael Sidibé, director ejecutivo del Onusida. 
Sobre los pendientes, el texto indica que se ha avanzado lentamente en lo que se refiere a garantizar el respeto de los derechos humanos; asegurar el acceso a los servicios relacionados con el VIH para las personas expuestas a un mayor riesgo de infección por el VIH, especialmente los usuarios de drogas; y evitar la violencia contra las mujeres y las niñas: un factor clave en la vulnerabilidad al VIH. 
La desigualdad de género, las leyes punitivas y las acciones discriminatorias –asevera el documento, aún obstaculizan las respuestas nacionales al VIH; por ello, es necesario aunar esfuerzos para enfrentar estos retos y aumentar los servicios relacionados con el VIH para aquellos que más lo necesitan. 

Basta de Discriminación

12 años sin ver a su hija por tener VIH

El VIH, es el virus de la inmunodeficiencia humana, causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida). Esta enfermedad  desde los años 80 viene afectando a millones de familias a escala mundial, debido a la connotación social que se le ha dado y a la desinformación.
Juan Pérez, hombre de 54 años, español-americano y que le ha tocado más que vivir y enfrentar el hecho de haber contraído la infección por VIH, es luchar todos los días por no poder ver a su hija desde hace más de 12 años. “Una vez que mi esposa se enteró que yo tengo VIH, se alejó de mí y se llevó a mi hija, alegando que ella no quería que nuestra hija pasara por todo esto”.
Juan, comenta que a los 17 años se vino para Venezuela, y supo que tenía el virus a raíz de una operación de emergencia. “Cuando me enteré que era portador del VIH la doctora me dijo que ya tenía alrededor de 8 a 10 años con la infección, fue entonces que empezó todo el proceso de adaptación”.
Juan, expresa que ha asistido a congresos y a organizaciones en busca de ayuda para poder ver a su hija. “He ido a congresos a organizaciones y te dicen al principio que sí, que te prestarán la ayuda, pero luego se olvidan de ti”.
“Yo lucho día a día por mi hija y todo lo que he soportado ha sido por ella. Solamente tengo contacto vía telefónica y hace más de 2 meses que no hablo con ella porque la mandaron de vacaciones”, expresó Juan con tono de tristeza en su voz.
Juan explica que hace 20 años todo era más difícil que ahora, debido a que empezó su tratamiento tomando 36 pastillas diarias, pero ahora en el 2013 le cambiaron el esquema antirretroviral a tan sólo tomar 1 al día, “tenía que poner un reloj que me indicaba cada 4 horas que debía tomar las pastillas, ahora es diferentes debido a los nuevos medicamentos. Todo es más fácil que antes gracias al avance de la ciencia”.
El mensaje que le da Juan a los adolescentes es que escuchen y vean las campañas como las que realiza la Organización StopVIH, que se informen. “El problema está principalmente en la desinformación, además de no usar el condón, no entienden que esto no es cualquier enfermedad de paso, esto es para toda su vida. Por eso tienen que entender y tomar en cuenta todos los consejos que se le dan”.


Más de 50 ONG con trabajo en VIH de Venezuela solicitan diálogo con la Ministra de Salud Isabel Iturria

Las diferentes Organizaciones de la Sociedad Civil con trabajo en VIH hacen un fuerte llamado a la Ministra del Poder Popular para la Salud Isabel Iturria, para dialogar y trabajar de forma articulada en pro de ofrecer respuestas urgentes a los graves problemas en la prevención, atención y tratamientos en VIH existentes en Venezuela.
Jhonatan Rodríguez, presidente de la Organización StopVIH destacó que más de 50 ONG nacionales y 9 ONG internacionales, se han sumado a la iniciativa para buscar soluciones a los diferentes problemas que enfrenta la respuesta nacional al sida, con respecto a los constantes episodios de desabastecimiento de medicamentos antirretrovirales y de fármacos para infecciones oportunistas asociadas al sida, afectando a más de 45 mil personas con VIH.
También buscan respuesta por parte de las autoridades competentes, sobre la escasez de reactivos para exámenes de detección de anticuerpos contra el VIH, conteo de linfocitos CD4/CD8, medición de carga viral y genotipo (resistencia viral). De igual forma reclaman la insuficiencia presupuestaria para la prevención, atención y tratamientos en VIH.
Desde hace más de 30 años, los distintos programas y servicios de las Organizaciones de la Sociedad Civil situadas en toda la geografía nacional, son ofrecidos de forma gratuita y sin exclusión de ningún tipo a las personas afectadas directa e indirectamente por el VIH, contribuyendo de este modo a reducir el impacto que produce la epidemia en Venezuela y cubrir los vacíos existentes de la respuesta del Estado venezolano en todo este tiempo.
De igual forma, las organizaciones recuerdan que el país se encuentra a la espera de la implementación del Plan Estratégico Nacional de VIH 2012-2016, construido con la participación y experiencia de todos los sectores y al cual el despacho de salud no le ha calculado, ni asignado los recursos necesarios para su ejecución.
En un pronunciamiento público, las ONG aseguran que garantizar la vida y la salud de las personas con VIH y sida es una obligación del Estado y no de las empresas aseguradoras. El sistema de salud venezolano está regido, según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por los principios de gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social y solidaridad.
Las Organizaciones de la Sociedad Civil con trabajo en VIH, ponen a la disposición su experiencia y compromiso al Ministerio del Poder Popular para la Salud, la finalidad es contribuir con el ente sanitario para que cumpla con sus obligaciones establecidas claramente en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y en los compromisos internacionales asumidos por la Nación, entre ellos los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la Declaración Política sobre VIH/SIDA (2011).

Lazo rojo, símbolo de solidaridad con la lucha contra el VIH y sida

miércoles, 14 de agosto de 2013

Venezuela garantiza tratamiento gratuito a pacientes con VIH/Sida: “Son enfermedades muy costosas”

La ministra para la salud, Isabel Iturria, resaltó este viernes que Venezuela es uno de los pocos países en el mundo que garantiza atención y el tratamiento gratuito a pacientes con VIH / Sida.
“No son muchos los países del mundo que lo hacen, son enfermedades que para su manejo son muy costosos y requieren múltiples medicamentos”, explicó durante una entrevista en el programa Contragolpe, que transmite Venezolana de Televisión.
Indicó que muchos de los medicamentos relacionados a este padecimiento están amparados por patentes que “generan costos extraordinarios para determinados productos, porque es registrado como un objeto de lujo y no para la atención de las personas”.
Por ello, indicó que las distintas organizaciones de salud del mundo deben esforzarse por interrumpir esa “perversión” de la transnacionales que generan productos patentados, solo fabricados en determinados sitios y vendidos a precios inalcanzables.

Un sistema de salud óptimo

Durante la entrevista, la ministra reiteró que han sido contabilizadas más de 7.600 intervenciones entre cirugías, hemodinamia y electrofisiología en el Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano “Gilberto Rodríguez Ochoa”, inaugurado en 2006.
Resaltó que el Cardiológico es de los ocho hospitales con mayor volumen de cirugías cardiovasculares pediátricas del mundo hechas además de manera totalmente gratuita, con total acceso desde todo el territorio nacional.
Indicó, además, que la mayor parte de los hospitales públicos del país reúnen las mejores condiciones desde el punto de vista de infraestructura de salud, el cumplimiento de normas de seguridad y calidad de servicios para atender cualquier emergencia de los pacientes.

http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/166431/venezuela-garantiza-tratamiento-gratuito-a-pacientes-con-vihsida son-enfermedades-muy-costosas/

Documental rescata lucha de homosexuales enfermos de sida

'Oasis' cuenta la historia de indígenas, trabajadores sexuales y travestis portadores del virus.


Tres historias. Tres vidas. Gerardo Chan, Deborah y Reyna Patricia se enfrentan a una lucha diaria en contra del estigma que produce el hecho de ser homosexual en México. Pelean porque se respeten sus raíces indígenas y lo que es más duro aún, por ganarle la batalla al sida. El documental “Oasis”, filmado en aldeas de Yucatán, demuestra que en medio del desierto de la desesperación siempre existe el agua.
Gerardo Chan, de 44 años, cuenta, tumbado en una hamaca de una casa colonial de Mérida, Yucatán, que un día su pareja le dijo que lo quería. Después, ese amor, su amor, murió de cirrosis. “Me caí. Me empecé a despedir esperando la muerte. Mi papá sufrió un doble ‘shock’, primero por lo del VIH y segundo por ser homosexual. Yo sufrí la discriminación de mi familia”.
Otro día, después de un aguacero, Gerardo le dijo a Alejandro Cárdenas, periodista y director del documental ‘Oasis’, que “la lluvia lavó el cielo”. Entonces, cuenta Cárdenas, “me sentí limpio y supe que no sería difícil filmar un documental con gente así, con ese tamaño de corazón”.
De acuerdo con las últimas cifras oficiales, en México se registraron en el 2012 más de 150.000 casos de sida. Los portadores del virus son, en su mayoría, hombres y mujeres con edades comprendidas entre los 15 y los 49 años.
Detrás de ese número se esconden personas que han sido invisibilizadas en todos los niveles de la sociedad. Alejandro Cárdenas, periodista de 37 años del estado norteño de Coahuila, conoció a Gerardo y “vio” su historia y la de otros compañeros que vivían en el centro Oasis de San Juan de Dios. Decidió narrarlas acompañándolas de la mirada lúcida de Meeri Koutaniemi, fotoperiodista finlandesa de 25 años. El resultado es el documental ‘Oasis’, un proyecto audiovisual que le da voz desde el corazón a quien no la tiene.
Una casa para todos
Alejandro Cárdenas explica que Oasis de San Juan de Dios es un albergue ubicado en el pueblo de Conkal, estado de Yucatán, a una hora de viaje de la capital, Mérida. Allí se ofrece cobijo y esperanza a quienes, por el hecho de ser seropositivos, han sido relegados de todas partes: del seno de sus familias, de las instituciones de salud y pareciera, por desgracia, que de la sociedad misma.
“Oasis funciona, como decimos en el documental, como una puerta hacia una vida más digna o como una última morada que brinda refugio sin restricción alguna”, añade Cárdenas.
Gerardo Chan es originario de Sitpach, un pequeño municipio de Mérida con 1.502 habitantes e inmerso, como muchos otros, en un ambiente machista e intolerante hacia la homosexualidad. De hecho, Chan cuenta que estuvo viviendo en un chiquero como castigo paterno por su elección sexual.
Le diagnosticaron que padecía sida en 1999. “Para mí sida era igual a muerte”, dice mientras se maquilla para la sesión de fotografías. Hace doce años, su novio, seropositivo, falleció de cirrosis. Gerardo empezó a morir como mueren las personas ahogadas en su soledad. “Si conseguí vivir fue gracias a Oasis”, afirma sonriente.
Chan estuvo 8 años en el centro y, desde entonces, su forma de ayudar a quienes, como él, han sufrido o sufren la discriminación de una sociedad prejuiciosa e ignorante, es mediante el activismo. “Viajo por el país, doy conferencias. Ayudo a la gente compartiendo mi historia, dando mi testimonio…”.
Tantas vidas sin pasado…
Cárdenas comparte momentos muy duros que le tocó presenciar, como la muerte de seis personas en condiciones realmente precarias. Algo más que alarmante teniendo en cuenta el desarrollo actual de la medicina.
“Al final del día, seis resulta ser un número exiguo: Carlos Méndez Benavides, director del albergue, me contó que a lo largo de diez años han muerto en sus brazos poco más de 300 personas. Un número inimaginable. Tantas vidas sin pasado, tantas historias sin recuerdos”, lamenta el periodista.
Destaca, además, que el documental filmado en pueblos de Yucatán trata de poner sobre la mesa las pequeñas grandes historias… “Esas del sufrimiento y el esfuerzo diario”.
En este sentido, el documental ‘Oasis’ se enfoca en tres historias de vida: la de Gerardo Chan, quien a pesar de haber sido relegado y expulsado del seno familiar, se rehizo y hoy trabaja como jardinero y ha perdonado a su familia. Esa es la parte de Gerardo que más le interesaba a Cárdenas contar en el filme: el derecho que tiene cualquier seropositivo a amar y ser amado, a trabajar y a llevar una vida como todo el mundo.
Una tarea muy difícil para quienes, como Deborah, otro personaje del filme que vende sus amores peregrinos al mejor postor a cambio de una sonrisa y 200 pesos, no solo tienen que luchar contra el estigma del sida, sino que además deben enfrentar la intolerancia por su orientación sexual y la exclusión social por sus raíces indígenas.
Otro personaje central en el documental es Reyna Patricia, quien, por las mañanas, siempre le contaba a Alejandro lo que había soñado la noche anterior. “En ella quise explorar esa ‘doble vida’ que va, entre la prostitución y un trabajo común y corriente, como lo es la cocina. Más allá de la actividad laboral, en Reyna Patricia uno puede oler un corazón con falta de amor, un día a día con falta de oportunidades y un deseo de componer el camino”, confiesa el director del proyecto.
Deborah, en cambio, ve la prostitución como única puerta de salida: lleva ejerciendo tal profesión desde los 14 años de edad y, como ella misma asegura: no sabe hacer otra cosa. Y aunque quisiera: "los travestis en Yucatán están condenados a realizar solo tres tipos de trabajo: o se es estilista, imitadora en cabaret de poca monta o prostituta. No hay más", dice Deborah, quien muestra en el documental la ausencia total de un trabajo digno consecuencia de los prejuicios.
Sin embargo, también nos enseña una historia ya vista muchas veces, pero no por ello menos fuerte: el pasado familiar y la violencia que orilla en los caminos de vida tortuosos.
El documental de las voces
“Mis tres personajes están ligados al albergue Oasis en el sentido de que los tres viven o vivieron allí”, afirma Cárdenas. Un lugar con las puertas de la tolerancia abiertas de par en par. Un remanso de paz, según atestigua Gerardo Chan: “Llegué al albergue con la autoestima por los suelos. Decidí empezar de cero. Solo una de mis hermanas me apoya. Luego estuve con otra pareja. Volví a casa. Encontré trabajo y decido comenzar a contar mi historia. Me independizo. Le debo mi vida a Oasis”.
A la pregunta de ¿cómo podría contribuir el proyecto a la lucha contra el sida y, sobre todo, contra la estigmatización de la sociedad por ser homosexual, primero, y ser portador del virus, en segundo lugar?, su director afirma que “la gran apuesta del documental es mostrar el día a día, la lucha diaria de un seropositivo como una forma de gritar: “¡Aquí estamos y tenemos derecho a amar y a ser amados; a trabajar dignamente y a gozar de la vida!”.
La vida en los pueblos yucatecos (el documental está filmado en Sitpach, hogar de Gerardo; Motul, hábitat de Deborah y Conkal, donde se encuentra Oasis y a donde Reyna regresa cada cierto tiempo), puede llegar a ser difícil.
“En México decimos “pueblo chico, infierno grande” y ser portador y ‘maricón’ como se les llama comúnmente, es un problema mayor. Pero lo inaudito es que la situación no cambia mucho en las grandes ciudades. Entonces, si el documental, aunque no sea un medio de proyección masiva, ayuda para que algunas voces alcen un 'ya basta', entonces, ese día, sentiré que nuestro trabajo de años llegó a buen puerto”, dice Cárdenas.
Falta educación
“Tiene razón Gerardo cuando dice que falta educación: en casa, en la escuela, en las calles. La educación como medio y fin que nos haga más tolerantes hacia el que piensa diferente; al que decidió ejercer su sexualidad acorde a sus preferencias sin importar el qué dirán; solidario con quien porta el virus y abierto hacia un mejor mañana en el que todos tengamos un espacio. Ni más grande ni más chico, solo un espacio y un país que sea de todos y no solo de unos cuantos", añade el periodista.
“Tengo derechos. Hay mucha ignorancia. Falta educación sexual en escuelas, en las calles… Me considero feliz. Siempre hay gente que me hace sentir importante. No me complico la vida. Soy cuidadoso en mis relaciones. Uso condón. La gente me acepta en mi pueblo. Me trasvisto. Me gusta. Mi nombre artístico es Mariela. No es una enfermedad. Comparto todos los cosméticos con mi hermana. Me gusta que me traten como mujer. Me gusta la vida galante”, enumera sonriente mientras delinea con un lápiz negro unos ojos repletos de vida y de elegancia.
Brillan con luz propia y uno no tiene que darles visibilidad, sino solo respetar su espacio y con paciencia y cariño seguir sus vidas. Son Gerardo, Deborah, Reyna Patricia y muchos más, porque el documental ‘Oasis’ lo único que busca es que sus palabras entren por los oídos y por los ojos, se estanquen en el corazón y germinen como ideas para hacer ‘algo’. Si Reyna, Gerardo y Deborah abrieron sus vidas para este documental fue con una simple pero profunda condición: que algo cambie. Que sus historias ya no se repitan en los mañanas por venir.
EFE REPORTAJES
Publicación
eltiempo.com
Sección
Cultura y entretenimiento
Fecha de publicación
15 de enero de 2013
Autor
EFE REPORTAJES